A veces no basta con que un vestido nos siente bien para acudir a una boda. Son muchas las cosas a tener en cuenta antes de elegir nuestro look, y son tantas las teorías en torno a qué se puede y qué no poner uno para un acto de estas características, que lo mejor es que sean los expertos quienes nos digan qué hacer para no desentonar como invitadas. Por eso he hablado con Marina Fernández, Directora de la Escuela Internacional de Protocolo de Barcelona y experta en protocolo social, y con Carmen Fernandez, Directora de la empresa de organización de bodas Something Blue y Wedding planner, para que nos den unas pautas teniendo en cuenta todas las variables, allá van:
[lollum_button text=”Consulta nuestros vestidos” url=”/fiesta-mujer/” size=”medium”]1. ¿Es de mañana o de tarde?
Lo primero a tener en cuenta es la hora del evento. Parece evidente, pero todavía hay muchas mujeres que se niegan a aceptar esta norma. Si se trata de una boda de mañana, lo correcto es un vestido corto, de colores suaves y telas sencillas, huyendo de lentejuelas y otras telas similares. En cambio, si es una celebración de tarde-noche, nuestro número de opciones crece. Aquí podrás optar por vestido de cóctel o por un modelo largo, en colores más oscuros.
2. Civil o religiosa
En el caso de las bodas civiles puedes permitirte más licencias, pero si se trata de una ceremonia religiosa has de tener en cuenta que los hombros o escotes deben estar cubiertos mientras estés dentro de la iglesia. Un chal o pashmina serán tus mejores aliados si se trata de una boda de primavera o verano.
3. Colores prohibidos
El blanco es exclusivo para la novia. Tampoco son recomendables los colores similares como el marfil, crudo, beige o maquillaje, para no coincidir con la protagonista del día. “En las fotos debe destacar la novia, no podemos hacerla sombra”. “Aunque esto solo se aplica a España, en otras culturas como en el caso de las bodas anglicanas, no es así. Véase el ejemplo de Pippa Middleton, dama de honor de su hermana la Duquesa de Cambridge, que iba de blanco porque la tradición así lo exige”, prosigue. El negro tampoco es un color bienvenido por su asociación al luto. “Lo mejor es evitarlo, pero se puede hacer una excepción en las ceremonias de tarde por su elegancia, siempre y cuando se alegre con complementos que den color al look.
4. La regla de los tocados y los tacones
A la hora de elegir tocado o pamela tenemos que tener muy claro esta regla: el tamaño del sombrero se irá reduciendo según va pasando el día. Para las mañanas puedes permitirte cualquier formato, pero para la noche exclusivamente los tocados. Lo mismo, pero a la inversa, ocurre con los zapatos de tacón. “La altura de éstos irá aumentando según nos acercamos al final del día”, recomienda Marina Fernández. “Aquí hay excepciones, como en mujeres como Doña Letizia o Carla Bruni. Aunque sea un acto de mañana, La Princesa lleva altísimos tacones para no ir descompensada con la altura del Príncipe, justo al contrario que ocurre con la mujer de Sarkozy, que opta por las bailarinas aunque sea un acto de noche”, concluye.
5. ¿Qué tipo de invitada eres?
Aunque algunos se nieguen a aceptarlo, no todos los invitados gozan de los mismos privilegios a la hora de elegir estilismo. Si acudes a la boda por compromiso o no eres una persona muy allegada a los novios, lo mejor es que optes por la discreción y dejes los vestidos más llamativos para las verdaderas protagonistas del día.
6. La madrina
Después de la novia, la madrina es la protagonista del día, por lo que se reserva algo especial para ella. Aquí no hay protocolo pero sí tradiciones, como por ejemplo la de la mantilla. “Si va a llevarse, ésta debe ser blanca o negra. Lo lógico es que sea negra, ya que la blanca es exclusivamente para las mujeres solteras, pero nunca de otros colores. En la boda de Fran Rivera y Eugenia Martínez, la madrina Carmina Ordoñez lució vestido azul y mantilla a juego. Visualmente quedaba muy bonito pero se saltó totalmente el protocolo”, explica la experta. Por cierto, si se va a lucir mantilla, hay que tener en cuenta que ésta no puedes quitártela hasta volver a casa, al igual que las pamelas.